sábado, 6 de febrero de 2010

FRASES QUE ME JODEN

- ¿Has llegado ya?: Tras una larga noche de fiesta, llegas a casa y la voz de tu madre, te sorprende con esta preguntita. Pues claro que no mama, no he llegado, solo soy una alucinación.

- Pero, ¿aún no has acabado la carrera? A ver hijo de la gran puta, te pregunto yo con qué frecuencia cagas. Estoy intentando ser ingeniero, y ya sé que en turismo sacáis una media de notable por examen. Pero también es verdad que yo me podría sacar tus asignaturas en los descansos de entre clase y clase.

- ¿Cuánto bebiste ayer? Típica pregunta de familiar a la hora de la comida del día de resaca. Pues hasta el agua de los charcos, ¡¡joder!! Yo que sé, si no me acuerdo ni de la mitad de la noche, como para recordar lo que bebí.

- Me duele más suspenderte a mí que a ti. ¡Ja! ¡Y unos huevos como edificios de gordos! Tú, docente que tienes 500 alumnos y que no conoce ni al 2%, te va a doler suspenderme, si acaso te molesta tener que hacer otro examen para septiembre, pero al que le acaban de meter un palito por el culo es a mí.

- Te quiero…como amigo. Pues cómprate un perro o vete de campamento, pero no me vengas con éstas ahora, después de haberte regalado hasta mi alma y esperado el momento justo para un ¡zas, en toda la boca!

- Señor Sánchez, hemos perdido su maleta. ¿Ahh si? Gracias por decírmelo, pero ya lo había imaginado, después de ver 5 tandas de equipaje rodando por la cinta. ¿Ahora que se supone que tengo que hacer? ¿Escribir una reclamación para que la usen de papel higiénico? Prefiero echarme unas risas y ahogar las penas en el alcohol.

- Son 50 céntimos, señor. ¿Qué tengo que pagar por mear? Venga no me jodas. Podría mear en cualquier esquina de la estación o en el parque, pero he tenido la decencia de venir hasta aquí, para que usted, vieja gorda maloliente, me diga que la tengo que dar parte de mi sueldo por una micción. Al final los pagas, por miedo a que la vejiga explote.

- Con zapatillas no puede entrar caballero. Pero, y ¿ese de ahí? Mis amigos están dentro. De acuerdo gorila sin cuello, pero que sepas que no entro porque no quiero.

- Bueno, no pasa nada, la siguiente seguro que apruebas. No, no y jodidamente no. Sabes perfectamente que la siguiente tampoco voy a aprobar, porque esta asignatura del infierno no sé quién cojones se la ha inventado, porque no soy capaz de entender ni siquiera su título: Teoría de autómatas y lenguajes formales.

- Tenemos que hablar… Mensajito de la novia o directamente llamadita con la frase. ¿Ahh si? ¿Y de qué? Porque que yo sepa, ya lo sabes todo de mi, vampira chupasangre que no me deja ni un momento tranquilo.

- Hoy salimos de tranquis. Sabes que no. No te engañes, ni intentes engañarme a mí. Después de la primera copa, va la segunda, y después la tercera. Así que, no hay que saber mucha álgebra lineal para saber que te vas a dejar medio sueldo en copas.

- Compi ¿tienes un euro? (variante valida con piti). Típica frase de gitano del sur de Madrid, para iniciar el intento de robo o hurto. Mira flamenquito de los cojones, no fumo y los euros me los guardo para mí, así que metete esa voz ronca y chunga por donde te quepa, porque no te voy a dar ni la hora.

- ¿Quieres pastis, farlopa, m? Te he preguntado yo si quieres ir a la cárcel camello cabrón. Pues entonces déjame tranquilo, que yo con mis cubatas tengo bastante y paso de pagar 50 euros para que me den tiza con gelocatil.

- Buenos días, le llamo desde Jazztel. Buenos días, ¡¡noooo!!! Es la puta hora de la siesta maldita teleoperadora cansina. No me interesa una mierda lo que me ofrezcas, porque no quiero ni siquiera escucharlo, ¡estoy durmiendo! Y por favor, ahórrate la llamadita mañana, o aprovecha para llamar a la familia en Ecuador.

- Cuidado con el escalón. ¡Serás mamón! Porque me lo dices cuando tengo los dientes clavados en el parqué. Es más, que sentido tiene colocar un escalón en una discoteca en la que sabes que la gente va ciega.

- Tardo 5 minutos. O te riges por el calendario maya o mi reloj se ha tomado un RedBull, porque llevo esperándote 45 señores minutitos. Por tanto, o llegas ya, o empiezo los cubatas yo sólo.

- Me gustaría ayudarte, pero…Pues si te gustaría ayudarme, ayúdame, cabronazo insolidario. No busques excusas de mierda como, es que tengo prisa, me tengo que ir a misa, es toy muy cansado para esto o mañana, no te preocupes que lo apañamos. Sabes que no.